La próxima semana, conmemoramos el 30 aniversario de la huelga de “Drywall” del Sur de California. El 1 de junio de 1992, los instaladores de “Drywall” de SoCal comenzaron una huelga de 6 meses contra contratistas fraudulentos, salarios robados y malas condiciones de trabajo.
Cuando su empleador robó $60 de un cheque de pago ya mínimo, Jesús Gómez sabía que tuvo que tomar medidas. Desde el momento en que su empleador se negó a pagarle, Jesús y su compañero Ubaldo Vázquez unieron fuerzas para reunir al resto de sus hermanos y hermanas de “Drywall” de SoCal para luchar y tomar acción.
Cuando los contratistas se negaron a negociar y celebrar un contrato, instaladores de “Drywall” tuvieron la intención de paralizar la industria de la construcción si no se respetaba su tiempo, trabajo y dinero. Jesús y Ubaldo nunca habían hecho algo así antes, pero sabían que solo había una opción. «No creían que podríamos hacer algo, que iríamos por unos días y que volveríamos a trabajar porque teníamos hambre», dijo Jesús.
Pero no lo hicieron; en cambio, los instaladores de “Drywall” se declararon en huelga durante 6 meses, sacrificando su tiempo, sus medios de vida e incluso su seguridad en el proceso. Muchos de los involucrados eran indocumentados. La construcción residencial dentro del sur de California hasta la frontera se paró. En el camino, Jesús y Ubaldo se reunieron con presidente del UBC Doug McCarron, quien en ese momento era EST del SWMSRCC. McCarron describe la huelga de “Drywall” como un «punto de inflexión» que cambió la Unión de Carpinteros para siempre. Los Locales prestaron a Jesús y Ubaldo sus edificios para que pudieran tener reuniones, y los Carpinteros proporcionaron apoyo financiero y moral en el camino.
Después de 6 meses, miles instaladores de “Drywall”, cientos de arrestos y un evento donde tomaron control de la autopista, se firmó un acuerdo formal con las contratistas el 2 de diciembre de 1992. Los instaladores recibieron un aumento del 50% en los salarios y otros beneficios. La Hermandad Unida de Carpinteros se convirtió en el nuevo refugio seguro para los instaladores de “Drywall” de California.
Esta es la historia de los valientes trabajadores que se convirtieron en líderes y cambiaron la Unión de Carpinteros para siempre. Estamos eternamente agradecidos a Jesús, Ubaldo y a cada persona que se unió al movimiento. «Cambió mi vida», dice Jesús, «y las vidas de todos los trabajadores han cambiado desde entonces».
Para obtener más información sobre el 30 aniversario de la huelga de “Drywall” del sur de California, vea el video de arriba o haga clic en el enlace aquí.